Partí un día cualquiera a tus riberas
embravecidas y soberbias
construí sobre las arenas de tus playas
mi nave de aventuras
bajo el potente ojo de fuego que cuartelaba mi piel
y endurecía mi cuerpo
al azote del viento que bramaba furioso
y agitaba mis cabellos como briznas
en el espacio infinito y eterno.
zarpo mi nave de algas,
moluscos e ilusiones,
haciendome una mañana de agitadas aguas
a la mar.
se hincharon las velas de mi buque
y comenzo la desigual lucha
por la travesía
agitabase furioso el mar
tratando de romper mi espíritu de aventuras
entre quejidos lastimeros
de mi solitaria embarcación
fui cortando tus aguas coléricas y espumastes.
navegue bajo el real manto
de su majestad la noche
o bajo el amarillo reino de oro
del astro rey
mas, nada me detuvo
y cabalgue sobre tus grandes olas
conocí tu ira desenfrenada
o tu paz mortecina
amores tuve con alguna sirena
o duelo a muerte con algún tritón
mas, siempre venció mi espíritu guerrero y
temerario.
llegaban horas.......
en que tu calma me hacia mal
sumiendo me en un letargo interminable
como esperando tu grito de guerra
para volver a la lucha de hombre y mar
una lucha donde se vence o se muere.
siglos de lucha, fueron los nuestros
y muchas horas de calma.
tus aguas borraron mi rostro
mis manos, mi cuerpo
mas, cuando la luna platea tus agitados confines
ves mi barco, con mi alma sobre el puente
que te grita
¡¡¡¡ AQUÍ ESTOY UNA VEZ MAS, VEN Y PELEA !!!!
pero la lucha nos hermano
en la lid del océano
y las olas me rinden tu pleitesía
al divisar mi desafiante nave de algas
cruzar silenciosa tus aguas
rumbo a la eternidad.
nota del autor:
ResponderEliminarUna pretendida metamorfosis del grumete niño al marino hombre, al sentir profundo y a los sueños del ser.
Otra vez, Hector Roberto Guiñez Canales. nos sorprende con una de sus composiciones donde el ensueño del grumete se enfrenta al mar. una invitacion que nos hace retroceder en el tiempo y nos hace complice de su pluma encantada.
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